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miércoles, 26 de septiembre de 2012

BASTARDO DE LA VIDA

 
 
He quemado cualquier
atisbo de esperanza,
en la hoguera del olvido.
 
Nada espero, de quien
nada puede dar.
 
Mezquino hasta la entraña,
cubierto con el finísimo
manto del egoísmo,
se contempla extasiado
en el espejo de la cobardía.
 
 Sentado en el trono
de la más absoluta indiferencia...
Se complace en los manjares
superfluos, de este mundo.
 
Desprecia la esencia del ser.
Lo límpido de un alma noble.
 
¡Bastardo de la vida!
 
Te ahogarás en tu mediocridad.
Morarás en el limbo de los indecisos...
Y nunca sabrás, si has llegado o te marchas.
 
 ¡Pusilánime de corazón!
¡Imberbe en el amor!
¡Badulaque del sentir!
 
Serás un escrito en la arena del mundo,
borrado por las olas del tiempo.
νάρκισσος! De miserias.
Ya que no supiste vivir con dignidad,
y morir con honor.
 
 
 
 
Para quienes hacen del egoísmo
su "modus vivendi".


domingo, 16 de septiembre de 2012

LA LÁPIDA DEL RECUERDO

 
 
 
Un instante en el recuerdo...
Se hace eterno en el corazón.
 
Como un rayo de luz
que a hurtadillas, invade
la sombría estancia de mi alma.
 
No quiero asomarme más
a la ventana del engaño,
que en mil pedazos se rompe
cuando contemplo su macana.
 
Y es que no entiendo el porqué
de la vida, el porqué de la muerte.
Cogidas de la mano,
nunca se podrán amar.
 
De inmaculado semblante vienes a mí,
para alejarte después
como eterna viuda del mundo.
 
Y ando por la senda del destino
con una pétrea certeza:
 
Mi tiempo vivido
conoce al dueño,
y otro jamás le usurpará.
 
Quiero que en la lápida del recuerdo
rece este epitafio:
"Tan necio y tan sabio...
Que sólo supo amar".
 
 
 
Para ti, Amparo
fiduciaria de la palabra.


martes, 11 de septiembre de 2012

LOS PASILLOS DE MI ALMA

 
 
 
Ando por los pasillos de mi alma
descalzando el ayer,
aguardando un consuelo...
Perdido en la nostalgia.
 
¡Eterna soledad!
Con tus brazos virginales,
abrazas la incuria desnudez
de un corazón herido, lacerado.
 
Vidriosa fragilidad de inquebrantable sentir.
 
¡Y es que vivo y muero en ti!
 
Mucho he luchado, mucho he amado...
 
Dejo tras de mí, olvidadas huellas
bañadas por lágrimas,
que hielan las entrañas
con la amargura de lo inmisericorde.
 
Atenazas mi vida como una sombra,
de la que no hallo el porqué.
 
Si no te hice mal alguno...
¿Qué ganas con arrancar de cuajo,
lo que me es más preciado que la vida?