Era un frío y tembloroso
día de invierno el primero del año; de pronto recordé que aún me quedaba un regalo por abrir, sí muy peculiar,
pues no traía remitente alguno a quien agradecer tal favor.
Pero en fin entrados en
faena, abrí el misterioso regalo tan cuidadosamente envuelto, y cuál fue mi
sorpresa al percatarme que era un vulgar y viejo costurero parecido al de mi
abuela, entretejido de mimbre a la antigua usanza, cuya redondez no distaba
palmo y medio de diámetro.
Me llamó la atención un
pequeño aro para abrir la tapadera, con
un floripondio de fieltro encima y dos asas generosas a los lados como si
despatarrado dijera descaradamente: " Aquí estoy yo". Nada más abrirle
contemplé un estampado finísimo en azul, por todo su contorno como si de una
enagua se tratara; pero lo que llamó poderosamente mi atención fue el acerico
colgado sutilmente de la parte inferior de la tapadera, como flotando en un
abismo de bobinas de color confundidas con el arco iris.
Su disposición era
milimétrica, de mayor a menor a modo niños en fila del cole, militarmente
dispuestos.
Al mirar hacia abajo la
mirada se perdía entre los accesorios pertinentes a tal quehacer...que no era
otro que el de coser.
Yo la verdad soy neófita en
esta tarea, pero en fin todo hace falta en la vida y esto aunque un regalo
humilde, pensé...también.
De repente, posé mis ojos
antes de cerrar tan peculiar costurero en una aguja, muy significativa, pues
destacaba de las demás en color, diríase a simple vista que era dorada.
Efectivamente me percaté de
ello al cogerle entre mis torpes dedos para acercarle a mi rostro, y cuando me
dispuse a frotarle con un pequeño paño que se encontraba aledaño a dicha aguja,
ésta refulgió sobremanera deslumbrándome. Al instante me dijo: "¿Qué
ocurre aquí?"
Yo tan curiosa como siempre
rumié¿ será imaginación mía? Y no, al frotar de nuevo insistentemente, ésta
exclamó con voz de sopranina:" Ya está bien de restregones, a ver si eres
un poco más delicada conmigo. Después de tanto tiempo dormida no le gusta a uno
que le sobresalten de este modo¡ Ah! Y cierra esa boca que pareces boba".
Efectivamente mi cara debía
ser un poema, pero al revés.
Yo cavilaba: "¿Estaré
soñando o estaré despierta?".
Ella, leyendo mi
pensamiento se deslizó suavemente y fue directa al dedo pulgar, clavándose en su mejor modo como una aguja.
"¡No estás dormida!"
Exclamó: "Espabila, haber si tienes sangre y no horchata como alguna que
yo conozco". Y si resultó que era sangre, y mucha por cierto.
Bravuconeaba con voz
autoritaria, cortante como un cuchillo jamonero... "Tú y yo tenemos mucho
de qué hablar".
(Aguja)_"En primer lugar alegra esa cara, pues eres afortunada
al ser elegida entre tantas".
(Yo) _"Pero si no se coser"...
(Aguja) _"Aquí no hay peros que valgan, son todo manzanas. ¿Te
enteras?
"Vamos a ver, y ya en
serio. Has sido elegida para coser las heridas del alma y yo, seré tu
instrumento". (Yo)_"¿Las
heridas del alma?" repetí asombrada. (Aguja)
_"Sí, eso que hoy anda tan mal parado en la humanidad, muchos corazones
rotos esperan el consuelo de un triste remiendo que yo le procuraré con el
mayor acierto"( concretó).
Llegados a este punto toca
presentarse:
(Aguja) _" Me llamo Estrella..."
(Yo) _" Estrella,( pensé: Dña. Quisquilla sí que es) como una profesora que tuve que me ponía a andar por el pasillo con un libro sobre la cabeza, porque no andaba erguida. Si me viese ahora se daría cuenta que no he cambiado mucho que digamos".
(Yo) _" Estrella,( pensé: Dña. Quisquilla sí que es) como una profesora que tuve que me ponía a andar por el pasillo con un libro sobre la cabeza, porque no andaba erguida. Si me viese ahora se daría cuenta que no he cambiado mucho que digamos".
Aún no había pensado en la
segunda silaba, cuando mi boca enmudeció cosida en tal manera que no podía
decir ni mu.
(Aguja)_" Haber si aprendes de una vez. Eres bastante torpe
¡eh!".
Dando un salto malabar se
colocó en el altillo de la mesa, donde era bien visible y así comenzó su
presentación oficial:
(Aguja)_"Como acabo de indicar, y si me prestas un poco de
atención una vez más, mi nombre es Estrella. Entonces se me descosió la boca y
pude hablar.
(Yo)_"Estrella ¿por qué?"
(Aguja) _"Porque estoy hecha con el polvo de las milenarias
estrellas, y estas cosidas al manto del universo, tejido a su vez en la rueca
de los dioses con el hilo del infinito Amor". "Sí, yo soy Estrella,
porque me compongo de esas minúsculas partículas, estornudo de dioses por el
cosmos creado y contemplo su resplandor hasta el fin de los tiempos. Por eso mi
destello es similar a su titilar , y coso con el hilo invisible del Amor... Cobrando
vida ante la bondad de un corazón generoso y tierno, que sólo sabe amar...como
el tuyo".
"De ahí que cada vez
que recuperes un corazón herido poniendo el remiendo del amor y éste sane,
buscará su estrella en el firmamento, que no es sino su alma inmortal por toda
la eternidad".
(Yo)_¡Vaya ! Exclamé anonadada ante tal relato. "Yo que iba a
estudiar un poco de inglés, ahora resulta que tengo que aprender a
coser..."
(Aguja)_"No te apures" me contestó en tono más distendido,
"que esta asignatura no pincha"( guiñando a la vez el ojo).
"Ya verás lo vamos a
hacer superbién".
(Yo)_"Me revienta lo de súper, ¿ sabes". A lo que me
increpó descaradamente diciendo:
(Aguja)_ "Hay, Dña. delicada y fisna, que te has criado debajo
de una coliflor, no eres más que una pobre chica de la huerta, ¿Te enteras?
(Yo)_ "Sí" Le contesté con la rotundez de un relámpago.
(Aguja) _"Di que sí. Por eso estoy yo aquí contigo, y por otras
que me reservo hoy en decir".
De nuevo reconciliadas le
digo:
(Yo) _"¿ Por dónde empezamos?".
(Aguja)_"Por este mismo, que tiene un resacón de mil
demonios".
(Yo)_ "Claro anoche fue Nochevieja".
(Aguja)_ "No, pesada. El
suyo es del alma" "¿Te enteras tía?"
(Yo)_ "Yo no tengo sobrinos ¿sabes?".
"Está visto que
siempre vamos a estar así, pues vale, será divertido cuanto menos",
pensé...
(Aguja)_"¡Ay!, los pinchazos que vas a llevar... Anda ponte el
dedal en el corazón y vamos a la tela..." "Que sólo escribes
majaderías y es hora que aprendas un buen oficio, como diría tu madre..."
(Yo)_ "Sí. ¿Cuál?
(Aguja)_"El
de remendona del corazón".
"Para ello has de
coger:
-El dedal de la confianza
en ti misma.
-La cinta métrica de los
días vividos.
-El jaboncillo que señala
el camino a seguir.
-El punzón de la
insistencia y tenacidad.
-Los hilos de las distintas
opciones.
-El papel calco que dejará
tu impronta en todo.
Cuidado con las otras
agujas, que te clavarán su envidia.
Y así, coserás con la aguja
de oro en tu destino con el hilo imperceptible de la voluntad.
"¡Dichosa tú! que
encontraste esta aguja en el pajar de la vida".
"Hilvana bien el misterioso hilo del alma, y zurce a
cuantos lo merezcan el remiendo de un desinteresado Amor".
Intenta dar alguna puntada
con esta aguja y nunca fallarás. 1/1/2013.
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