He quemado cualquier
atisbo de esperanza,
en la hoguera del
olvido.
Nada espero, de quien
nada puede dar.
Mezquino hasta la
entraña,
cubierto con el finísimo
manto del egoísmo,
se contempla extasiado
en el espejo de la cobardía.
Sentado en el trono
de la más absoluta
indiferencia...
Se complace en los
manjares
superfluos, de este
mundo.
Desprecia la esencia del
ser.
Lo límpido de un alma
noble.
¡Bastardo de la vida!
Te ahogarás en tu
mediocridad.
Morarás en el limbo de
los indecisos...
Y nunca sabrás, si has
llegado o te marchas.
¡Pusilánime de corazón!
¡Imberbe en el amor!
¡Badulaque del sentir!
Serás un escrito en la
arena del mundo,
borrado por las olas del
tiempo.
νάρκισσος! De miserias.
Ya que no supiste vivir
con dignidad,
y morir con honor.
Para quienes hacen del
egoísmo
su "modus
vivendi".
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