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miércoles, 4 de diciembre de 2013
domingo, 1 de diciembre de 2013
martes, 29 de octubre de 2013
LA PARTIDA
En una
tarde otoñal, repleta toda ella en un abanico de ocres y tibia luz, que parecía
más bien, un suave acariciar los sentidos ¡sí! esos, que a veces tenemos
abotagados.
Quedaron
tres amigos, a echar una partida como de costumbre todas las semanas,
alternando en casa de cada uno.
Esta
vez, le tocaba a Zoilo, un perro galgo español, de esbelto semblante y noble
mirar.
Era un
enamorado de la vida...un soñador.
Apenas
acababa de sentarse después de haber preparado un ligero refrigerio, cuando oye
unos golpes muy característicos a contra tempo, ya sabía quién era, su amigo
del alma, Genaro, el más ambicioso que te puedes echar a la mesa, perdón quiero
decir a la cara.
¡Pasa
Genaro! -le invita nuestro anfitrión Zoilo, tan amable como de costumbre-
-El
otro, Genaro, lo hace refunfuñando sin parar-
¿Qué te
ocurre hombre? Que apenas pasado el dintel estás mascando algo. - Le pregunta
Zoilo-
¡Nada! -
Le contesta con el morro arrugado por el enfado-
Estoy un poco cabreado, con tanta tontería con
estos nacionalismos que se llevan entre manos politicuchos de tres al cuarto.
Más les valiera aprender...y tener anchas de mira, no su propio ombligo.
¿ Y eso
te calienta la cabeza? - Le dice Zoilo -
No solo
la cabeza, sino toda la sangre se me amorcilla, pues soy un cerdo español de
los de toda la vida, cuyo mayor sueño era comer bellotas libre en el campo, y
engordar plácidamente, para que luego "post mortem" dijeran:
¡Mira,
este sí que es de bellota pura! Al menos
ya que no en vida, ser alguien después de la muerte, no es mucho pedir, creo
yo.
Tú
siempre tan pragmático, te veo muy ofuscado y derrotista. ¿Has almorzado bien
esta mañana, dándote un buen paseo para apretar esas carnes? ¿O te has estado
revolcando por el fango, como acostumbras? ¡Mira que eres marrano! Te tengo
dicho que te acicales y no lleves esa cochina vida. - Le increpó Zoilo-
De
acuerdo, - contestó gruñendo sotto voce-
Al
momento, se escucharon unos suaves y delicados golpes en la puerta, era
Valentina, la gallina que mejor cacareaba de los alrededores, muy lista, había
estudiado filosofía en el gallinero del pueblo de al lado, tenía un corral muy
amplio con un viejo profesor, Aquilino, que le enseñó a pensar en las cosas de
la vida.
¡Pasa
Valentina! - dijeron al unísono-
Te
estamos esperando, ¿qué tal vas? ¿Animada para empezar la partida de brisca?
Bueno
"con si, con sa"- replicó con un golpe de cresta-
O sea
regular- le dijeron-
Vengo
pensando todo el camino ¡qué mal llevamos esto de ser féminas!
¡Explícate!
- le instaron-
Pues
está muy claro, yo soy la gallina Valentina, femenino singular, género en
cuanto a lo lingüístico se refiere, pero es el otro género el existencial, el
que me preocupa...¡pues veo a tantas compañeras mías sufrir!
Han de
vivir en angostos lugares, las vuelven locas, no saben si es de día o de noche,
dándole comida basura a todas horas.
De
repente empezó a sollozar, sus amigos se hacían los fuertes, pero unas
indiscretas lágrimas corrían por su rostro.
¡Está
bien, Valentina, cálmate, cálmate! Que te estás arrugando esas plumas tan
bonitas que tienes. -le dijeron abrazándole-
¡Gracias
amigos! - Contestó un poco más aliviada la pobre Valentina-
Vale,
repartir ya las cartas. - Dijo Zoilo, un tanto ausente, ellos lo captaron al
momento preguntándole:
¿Qué te
preocupa amigo? estás un poco como ido, y pareces más demacrado, anda
dinos...¿qué te ocurre?
Bueno,
no tiene tanta importancia - contestó bastante triste y preocupado,
balanceándose sobre sí mismo-
Veréis,
resulta que esta mañana, he presenciado como los hijos de mi ama, le
contestaban de mala manera, porque les ha prohibido jugar con la videoconsola,
mientras no acaben sus deberes.
Muy
justificado el castigo pensé yo; jamás me hubiese atrevido a contestar así a
mis padres. Eran otros tiempos, -
argumentaron -
Sí,
puede que sí, pero el respeto y la educación no caducan. - contestó convencido-
¡Pobre
madre! -asintieron con la cabeza-
No,
mejor di: ¡Pobres hijos!
En fin,
prosigamos nuestra partida.
¿Cuál es
el palo? -pregunta Zoilo, ya un poco más atento-
La sota
de espadas- contesta Valentina-
Vaya,
tengo aquí la soga del ahorcado, está visto que no me escapo ni en la partida,
-dice Genaro-
¿Dónde
voy yo, que no se hablar ni vasco ni catalán? Seguiré siendo toda mi asquerosa
vida, un cerdo de segunda. ¡Cuando no de tercera! -le dicen con ironía-
¡Sí,
reír, reír! Cuidado que tú eres un galgo español, - le dice dirigiéndose a
Zoilo- y por lo tanto facha.
Y tú,
Valentina, mucho ojo no te desplumen los del ERE, a pesar del piquito que
tienes. - Quedando ésta sobrecogida, desapareciendo de repente la risa de sus
rostros-
¡Zoilo,
que te encarto y cojo la siguiente! - Le dice furioso Genaro-
¡Espabilad,
que os gano!
¿De qué
va la muestra?- pregunta un tanto confundida-
Pero
Valentina, aún estás así, de espadas mujer.
¡Mal
asunto! - contestó- No me gusta la violencia, pero por esta vez y que no sirva
de precedente... ¡Os gané con el As! -dice exhalando un breve cacareo-
Moriré
preguntándome: ¿Porqué mujer? ¿Qué fue antes, el huevo o yo?
Zoilo,
el soñador, le abrazó diciendo: ¿Qué importa? Mientras seas respetada, y
respetes a los demás... Ahí está es quis. El respeto.
Y tú
Genaro, ¿qué dices? ¡Hemos perdido la partida!
¡Qué va!
-le replica-
La mía
empieza ahora, pues siempre lucharé por defender mi identidad, sin
exclusivismos trasnochados que no conducen más que al aborregamiento
intelectual.
Bueno
amigos, qué queréis que os diga:
¡Dichoso
yo, que soy soltero y sin compromiso! - Con una fuerte carcajada se
despidieron:
¡Hasta
la próxima partida!
jueves, 10 de octubre de 2013
BASTARDO DE LA VIDA
He quemado cualquier
atisbo de esperanza,
en la hoguera del
olvido.
Nada espero, de quien
nada puede dar.
Mezquino hasta la
entraña,
cubierto con el finísimo
manto del egoísmo,
se contempla extasiado
en el espejo de la cobardía.
Sentado en el trono
de la más absoluta
indiferencia...
Se complace en los
manjares
superfluos, de este
mundo.
Desprecia la esencia del
ser.
Lo límpido de un alma
noble.
¡Bastardo de la vida!
Te ahogarás en tu
mediocridad.
Morarás en el limbo de
los indecisos...
Y nunca sabrás, si has
llegado o te marchas.
¡Pusilánime de corazón!
¡Imberbe en el amor!
¡Badulaque del sentir!
Serás un escrito en la
arena del mundo,
borrado por las olas del
tiempo.
νάρκισσος! De miserias.
Ya que no supiste vivir
con dignidad,
y morir con honor.
Para quienes hacen del
egoísmo
su "modus
vivendi".
viernes, 23 de agosto de 2013
HOMO STOLIDUM
Era una tarde veraniega, con
un bochorno que embotaba el pensar, en donde las
palabras húmedas y pastosas cortaban el ambiente, como si de un inmenso pastel
se tratase.
Se oían voces lejanas...Un
espejismo, bajo este abrasador Lorenzo en plena desnudez.
Y en un rellano del bosque,
alrededor de un inmenso tronco centenario acontecía un singular evento.
¿Era una reunión de
amigos?¡No! Era un pequeño comité de investigación, ¡ ya quisieran los del G20
merecer!
Uno le arrebataba la palabra
al otro, queriendo tener siempre la razón. De repente, se oyó una voz de bajo
profundo con reverencial timbre:
Pues yo propongo que dejemos
explicar los motivos a cada uno sin interrumpirnos o no acabaremos nunca, y el
tema apremia, creo.
¡Ah! Mi querido Eulogio, tú
siempre tan reflexivo y melancólico...-Exclamó la ardilla Guillermina,
dirigiéndose hacia arriba apoyada en sus cuartos traseros y apenas vislumbrando la
punta de la copa del tal Eulogio, hijo legítimo del padre centenario sobre el
cual celebraban esta reunión.
¡Si mi padre levantara la
cabeza y viera esta algarabía que sobre sus cenizas tenéis! os pondría en vuestro sitio muy
delicada y caballerosamente -dijo airado Eulogio-
Se hizo el silencio...todos
callaron, pues reverenciaban la memoria y sabias palabras, convirtiéndole así
en Ara de la resignación.
Prosigamos con nuestro
cometido y cuanto antes mejor - dijo Candela, la
cerilla, muy nerviosa y temperamental como de costumbre, con una extremada
delgadez debido a sus ansias por estar flacucha.
Increpó con lenguaje doliente
y ofensivo a su compañera Eufemia, la colilla, muy conformista e impasible, a la cual se le agotaban las fuerzas.
Contestándole
ésta, un tanto pasota a su anterior
argumento soez y chabacano: Eres peor
que una puta, que te dejas arrastrar por cualquiera.
¡Tú lo has dicho, por
cualquiera! ¿Y quién es ese cualquiera? -Preguntó desafiante Eufemia mientras
se doblaba sobre su boquilla arrugada y maloliente-.
No me calientes la cabeza, con
tu filosofía barata, solo me faltaba oír esa estupidez de mojigata ¡es un
pellizco a mi inteligencia! -
replicó Candela-.
¡Tranquilas chicas! - Dijo la
audaz e intrépida Guillermina.-Todos sabemos de quién estamos hablando, pero
ante tal irresponsabilidad, tendremos que poner un poco de nuestra parte; por
ejemplo tú, Eufemia, podrías restregarte fuerte por el suelo hasta quedarte sin
brasa y no permanecer ahí pasmada consumiéndote... ¡vamos! creo yo.
Estoy a un tris de arder en
cólera -replicó Candela-¡No te me acerques, que echo chispas! estas dos memas me quieren convencer de lo evidente.
¡Eh!, los de abajo, "un
poco de por favor" que no dejáis dormir a nadie, - gritó desde lo alto de
una rama, un despistado y dormilón búho,
llamado Ambrosio .-
¡Anda, baja! Tenemos mucho de qué hablar ¡Qué no te enteras,
colega! - Le increparon desde el suelo los demás.-
¡Esperad! yo me inclino – Les dijo Eulogio tan servicial y caballero como
su padre.-
Con un gran bostezo y
desperezar de alas, se posó sobre el altar del tronco el culto y sereno
Ambrosio, monóculo en mano diciendo:
No os parece que sería mejor
dejar nuestras diferencias y abrazar lo que realmente nos une hoy aquí, que no
es otra cosa que salvar al bosque. Dejémonos de tonterías, asemejándonos a
aquel, que nos quiere destruir.
Dicho lo cual, se dispusieron
a repartir cometidos o tareas.
Anteponiendo claro está, las
cualidades meritorias de cada uno en la misión a realizar. A poco que miremos,
siempre hay algo que nos define.
A ver Guillermina - dijo Ambrosio- puesto que
tú eres la más pertinaz portavoz de los
animales terrestres, y de todos es bien conocida la agilidad y buena forma en
que estás... Toma este silbato, te dedicarás a tocarlo cuando veas el más
mínimo atisbo de peligro.
A lo que contestó Guillermina:
De acuerdo, eso está hecho.
Y tú, Eulogio, aunque ya vas
teniendo una edad, refugiarás bajo tus ramas a todos aquellos que puedas,
siendo el cobijo de los sin techo.
En cuanto a ti, Candela, no te encolerizarás con
esa beligerancia, y enfría tu mente lo más posible por el bien común.
Bueno, - respondió Candela-
intentaré que mi testa enmohezca frente a cualquier restregón inesperado de la
vida.
¡Pobre Eufemia! Ten más
dignidad, y apaga la fogosidad que hay en ti a cualquier precio, no te dejes
manipular, ten principios aunque te vaya en ello la vida -Le instó Ambrosio-
A lo que replicó convencida:
¡Vale! no me dejaré manosear tanto, y seré la señorita que siempre quiso mi
madre Dña. Cajetilla.
¡Muy bien! -Contestó Eulogio-
Pero, ¿Qué hacer con nuestro peor enemigo?
¿Quién el viento?-
replica Ambrosio-
No, ese sopla para
donde le digamos, es nuestro aliado, aunque a veces nos sale respondón. -atestigua Eulogio-
¡Ese, no! -
Discierne tan sensato y cuerdo como siempre, nuestro querido Ambrosio- Me
refiero al HOMO STOLIDUM.
Mantendré
los ojos bien abiertos por si algún día recapacita, y deja de destruirse a sí
mismo y a cuanto le rodea.
Entonces y solo entonces,
amigos míos, se convertirá en HOMO
SAPIENS.
Pero mientras llega ese
día...¡Nosotros a trabajar!
De todos es sabido el espinoso
camino, el terrible cotidiano, aderezado con los sin sabores de lo imprevisible
en el deambular del tiempo. Hoy, y aquí,
arranquemos la estupidez calcárea de
quienes quieren destruir la vida...el existir de un mundo que va más allá de
toda razón.
sábado, 20 de julio de 2013
TODO A UNA CARTA
He
sacudido mis pies del polvo de mis miserias...
He
buscado tras un horizonte lejano y oculto
bajo
las dunas del olvido...una brizna de amor,
que
asoma temblorosa en la tormenta del destino.
He
buceado en mis entrañas,
buscando un hálito de esperanza cierta donde suturar
heridas.
He
desterrado el apego a las cosas superfluas de esta vida.
He
escuchado una voz lejana,
que
me invita a seguir luchando.
He
soñado con un mundo mejor,
donde
se viva con la mano extendida.
He
arrancado la corteza de mi ingenuidad,
sangrando
en el intento.
He
auscultado mi corazón, sacando lo mejor de mí.
He
llorado mis pecados, desgranando mi sentir.
He
andado convencida por la senda de la verdad y la justicia,
desterrando la sin razón.
desterrando la sin razón.
He
repudiado las miserias de este mundo,
sin
aliviar su dolor.
He
intentado con convencimiento absoluto,
ser
fiel a mis principios.
He
desandado el camino y pedido perdón.
He
esperado siempre, tras la desesperanza más evidente.
He
jugado y apostado todo a una carta...
La
del AMOR.
Un
amor que haga renacer en mí, la inocencia de un niño.
Si
no apuestas fuerte en la ruleta de la vida...
Eres
el mayor de los cobardes.
domingo, 23 de junio de 2013
¡EL CLAMOR DEL POBRE!
Se
mermaron las fuerzas
en
la lucha sin par
del
Titan de la vida...
Languidece
el ánima
que
busca un solaz
para
reclinar los anhelos...
Y
es consuelo malherido
buscar
en el olvido,
una
pizca de razón...
Donde
excluya al corazón
de
añejas maldades,
en la bodega del tiempo...
Suspiran
por una luz
que
en fúlgida mirada,
penetre
por la hendidura de la verdad...
Sin
aristas, incólume, impoluta,
arrogante
y deseosa,
calmando
la sed del que nunca bebió...
Maldito
entre las tinieblas
de
la opaca crueldad,
y
alargadas sombras de miseria...
Que
pisa los talones
en
lo absurdo de este mundo,
impregnado
en el mayor de los pecados...
Un
poder que corroe las entrañas
capaz
de las mayores atrocidades,
sangre
inocente que clama...
Por
un pedazo de pan,
por
un vaso de agua,
alguien
que enjugue las lágrimas...
De
la desesperación más absoluta.
¡Es
el grito callado!
¡El
clamor del pobre!
Yo,
aún sigo esperando...unas monedas de bondad.
sábado, 15 de junio de 2013
SE DURMIERON LOS SUEÑOS
Se durmieron los sueños
en la palma de mi mano,
esos que antaño danzaban felices
por los montes del sentir.
Y he aquí que por fin llegó
el día de su ocaso.
No fingido, ni querido,
no buscado pero si hallado.
Con la destreza que un segundo
se encarama al minuto, y éste,
apunta las horas en el libro
de los días ¡ Esos tan deseados!
Pasó como una suave brisa
de esperanza, en la tórrida tarde
de un verano plomizo cargado
de sudores, que escurren las entrañas.
Reposad silenciosos en la cuna
del olvido, donde se mecen anhelos
entre el plácido balanceo de la razón
como madre precavida...despierta a la realidad.
Yo, velaré vuestro descanso...
Hasta entender el por qué.
miércoles, 5 de junio de 2013
¿DÓNDE ESTARÁ MI MOMENTO ?
Quise apresar un instante
en la inconsciencia del sentir,
que el vivir me apremia
y a pasos de gigante...
Se pierde por el acontecer
de un mundo incierto.
¿Dónde estará mi momento?
¿En qué lugar, y a qué hora?
Cuando escuches el tañer de las campanas
en un Requiem a mi memoria...
Piensa que estoy allí, in situ.
Porque nunca se va, quien derrama
a raudales su esencia,
hasta en el más mínimo detalle.
Levanta una palabra...y allí estoy.
Pasa una hoja...y allí me encuentras
incólume, ante la batalla del tiempo.
Fiel a mis principios:
No pude amar más, porque moriría en el empeño.
La fidelidad está en el corazón de quien ama.
Soy lo que siempre fui...y nunca seré.
La belleza del ser y el entender,
se abrazan confiados.
Porque soy un silencio en la sinfonía del cosmos.
Un átomo de vida, entre tanta muerte.
Para quienes confían en el destino,
que son ellos mismos.
domingo, 5 de mayo de 2013
LA MADRE TIERRA
Estaba
yo pensando por una vereda aledaña a casa, cuando de repente oí como unos
gemidos de llanto y dolor, callaron por un instante, y fue entonces cuando
escuché un leve seseo, un chistar justo, justo, bajo mis pies...
Y si,
era la madre tierra, la noble y
matriarcal Era. Esta, se dirigía al más innoble de sus hijos, o sea yo.
No creí
merecer tal honor y contesté asustada, a la vez que anonadada por la situación
tan embarazosa, y sublime al tiempo.
Yo.- "¿Quién eres?" Contesté
con voz temblecona, sabedora de lo tan trascendente que estaba viviendo.
Tierra.- " ¡Soy yo! Tu madre tierra
que te habla al oído del corazón. ¿No me reconoces tú tampoco?
Tenía
esperanzas de que tú al menos...escucharías mis lamentos con la tranquilidad y
sensibilidad, de quien posee un corazón limpio y sincero."
Yo.- "No te has equivocado, mi
queridísima madre, pero ¿por qué yo, que soy casi un gusano? Sin menospreciar
al señor gusano, por supuesto.
Tierra.- " Porque tú posees la esencia del ser, la
impronta del existir...y el tierno corazón de un niño, por eso."
Yo.- " Vale, si tú lo dices..."
Tierra.- " Verás estoy un poco
angustiada, por lo que acontece últimamente por aquí, ya no se respetan las
leyes naturales y sabias que impuse a golpe de siglos, rubricados con mi propia
sangre salida ésta, de las profundidades de mi ser...de mis entrañas.
Da lo
mismo que mueran niños inocentes, en lo que osáis llamar sucesos bélicos
puntuales, que no es más que una guerra cruel y sangrienta encubierta.
Estoy
harta de ensuciar mi rostro, con la sangre de inocentes por vuestra
beligerancia y desprecio al próximo-prójimo.
No
comprendo la obcecación en amontonar riquezas, que perecen y de nada sirven,
pues yo os acojo conforme nacisteis, sin nada, en cueros...
Sin olvidar
claro, el saqueo continuo y desproporcionado de materias primas, o sea mis
alhajas, que guardo con tanto esmero
para generaciones futuras.
Me
estáis expoliando en nombre del " bienestar social", cosa que no
conocéis por cierto."
Yo.- " ¡Ten paciencia madre mía!
Pues tus hijos andan un poco atolondrados, de aquí para allá, sin saber
ciertamente lo que llena su corazón."
Tierra.- "¿Su corazón? Pero si hace
ya tiempo que no escucho su latir
acompasado al mío.
Se le
olvidó abrazarme, besarme, acariciarme...antes era más primitivo, pero más
humano."
Yo.- " Dale una oportunidad más
para enmendarse, por favor; recapacitará y volverá a mirarse en tus
maravillosos ojos, llenos de luz y color."
Tierra.- " ¡Que ingenua! Pecas de inocente, tú aún
crees en la bondad del hombre, pero yo casi que no, pues he visto durante
muchos siglos lo que es capaz de hacer en su ignorancia.
Soy como
una bella dama, que en su plenitud le arrancan a pedazos sus vestidos y
mancillan, hasta dejarla enseñando sus miserias sin importarle nada en
absoluto."
Yo.- " ¿Nada, nada? ¡ No por Dios
!
Tierra.- " Tú lo has dicho, ni por
Dios... ese que antes mantenía un poco de orden, ha quedado obsoleto, no mola,
como dicen ellos. Hoy le ignoran y se mofan de él, de sus dioses...ridiculizan
su hacer, no creen en nada, solo en ellos mismos erigidos como dioses del
Olimpo...
¡Pobre
Olimpo y pobres dioses!
Mezquinos
hasta la entraña, vomitan destrucción y hediondez
por donde pasan, volviendo cloaca cuanto les rodea.
¿No me
crees? ¡Ven, te lo mostraré!"
Yo.- " De repente se abrió ante
mí un abismo inexpugnable, con unas interminables escaleras que se perdían en
la lejanía...
Daba
mucho miedo el mirar hacia abajo.
Tierra.- " Mira, aquí te abro mis
entrañas para que veas y te convenzas; ven posa tu mano en mi ensangrentado
costado y cree por fin ".
Yo.- " Alargué mi mano y toqué
sus carnes, una tierra que parecía terciopelo...empapada toda en sangre,
manchándome
sin
remedio."
Tierra.- " ¿Te convences ahora, o no?
Hasta aquí llega la sangre derramada por su horrendo hacer; jamás pensé que mis
hijos, mis propios hijos me hirieran de muerte.
Antes
mantenía mis dos polos fríos, o sea mi cabeza y mis pies, y ahora se lo están
cargando todo, me desgajo como una pipa, me resquebrajo a velocidad de crucero,
y nada importa solo su propio bienestar...ya sabes.
Bombean
la sangre de mis entrañas, para untar su corazón con el betún de su codicia.
¡Negreros de conciencia!
¿Para
qué vuestras petroleras, cuando un niño se muere por falta de agua?
Mirad
vuestro corazón negro, como el liquido que me usurpáis sin mesura alguna."
Yo.- " Si, pero el petróleo ha
traído el porvenir, el desarrollo, la industria...etc".
Tierra.- "¿Tú crees ? Hija mía, que
ingenua eres pensando así.
El
porvenir, no lo trae el dinero sino el conocimiento.
Y te
puedo asegurar que en esto, nadie ha superado a los antiguos griegos, que esos
si sabían y me conocían bien, con alguna imperfección que otra, pero en fin.
¿Qué
puedo esperar de quienes matan en el seno materno a un igual, alegando política
familiar o salud sexual ? Majaderías, se ahogan en su propia mentira.
Y a sus
sabios ancianos les recluyen en residencias, porque dicen estar mejor, serán
ellos claro; eso los más afortunados porque otros no llegan y perecen a
manos de la fría y cruel Eutanasia, o
muerte digna ¡Que eufemismo!
No hay
nada más indigno del ser humano, que quitar la vida.
Entonces
deja de ser humano, para convertirse en una bestia inmunda.
Nada
vale una vida... es moneda de cambio.
Sociedad
corrompida. ¿Qué puedo hacer contigo, para que abras los ojos a la vida?
Te
castigaré con alguna pandemia, a ver si escarmientas.
Pues
dicen que el loco, por la pena es cuerdo."
Yo.- " No, por favor espera un
poco más, que termine el siglo y hablaremos, dale una oportunidad, pues tú eres
madre, aunque él no sepa ser tu hijo".
Tierra.- " Sabias palabras...así lo
haré, mientras seguiré sollozando por las esquinas de mi existir, sin hallar
consuelo alguno a mis miserias."
Yo.- " No digas eso, yo siempre
te escucharé de mil amores, y me abrazaré a ti en mi último día...con la
confianza de un niño a su madre".
Tierra.- " Que así sea mujer".
Y se
marchó cabizbaja por los caminos del destino... Tú destino.
En profundo y sentido reconocimiento, a todas las madres del mundo.
lunes, 15 de abril de 2013
EL PEQUEÑO DE LA FONTANGE
Esta es
la historia, o pudiera ser, la de una familia normal acomodada a pesar de estos
tiempos que corren.
Resulta
que un buen día... Una sandia preciosa, enorme, con las carnes bien prietas se
vino a enamorar de un pepino franchute, casi ná pal caso.Sí señor, como dicen allí en su tierra de aceite, olivas, toro y azahar, si, aquí en Andalucía mismo...pa servir a Dios y a usted.
Si mi niño, nuestra Rosa de Castro y Cortés de la Micoca, que así se llamaba la susodicha, se enamoró como ya he dicho, de un de un refinado pepino francés llamado Monsieur Pepinò de la Fontange, de ascendencia noble éste, sus ancestros se remontaban a la época de Luis XIV.
Pues bien, se casaron y tuvieron un niño diminuto, muy pequeño, parecido a un chiste de los de aquí. "Vamos chiquillo, que ocupaba menos que un estornudo... ¡Jesús!".
Era pequeñito y regordete, como su madre, un poco pálido para mi gusto...había salido más a su padre el franchute.
Le educaron en las buenas costumbres, tanto española como francesa," de cuna le viene al galgo", pues era de lo más refinado el zagal.
¡Malo, malo, muy malo! Esto de ser así, aquí no pega pues le llaman "mariposón ", si como suena; se confunde la exquisitez y el refinamiento con el amaneramiento femenino... llámesele, como se le llame o venga en gana, que para esto el diccionario se queda corto.
Y efectivamente llegada la edad para entrar al cole, empezaron las ¡madres mías! Lo que a su madre tanto le divertía y hacía gracia...pues era su padre clavadito pero en pequeño claro está, parecido a un muñeco de cuerda...ella, casi se resquebraja de la risa.
Pues bien, en el cole era el hazmerreir de todos, le sacaban burla y hacían chistes con su nombre y demás, eran muy crueles con él.
Al
regresar a casa, éste se lo contó a su madre que le consolaba por lo ocurrido.
"Yo
iré a hablar con la señorita, a ver qué
pasa" Respondió muy enfadada.
Sin
pensárselo dos veces, se presentó en el colegio público llamado "De las
tres vías" por referencia a un antiguo tren que pasaba por allí.
Le
preguntó a la maestra... A lo que solo contestó moviendo la cabeza, y sonriendo
entre dientes... " Señora solo son niños ". "Sí". Respondió
la madre enfadada," pero usted no lo es, y su obligación es impartir
disciplina y buenos modales, cosa de lo que al parecer adolece en grado sumo".
Vaya con
Doña Rosa, le había salido la vena de su marido refinada, porque de haberle
salido la española, le tira de las greñas en aquel mismo instante.
Pero en
fin, son cosas que suceden a diario. Si no, pregunte a los profesores de sus
hijos...y verán el panorama que nos rodea.
"¡Ya
vendrán tiempos mejores!" Decimos con resignación bobalicona.
Cuando
vino el padre de revisar su hacienda de viñedos en la france, y le contó su
esposa lo sucedido...se enojó al estilo francés: "Mon Dieu, mon Dieu..!Merde!"Aïie!"
Exclamó airado.
Llamó a
su pequeño hijo, y después de hablar con él pausadamente sobre la vida, y las
inclinaciones sexuales de cada uno...a elegir siempre en libertad. Le dijo:
"Y ahora, para demostrar tu honor y hombría, vas a aprender esgrima, si,
es el deporte de los nobles caballeros, de mi casa y estirpe".
El niño
cogió la espada que pesaba más que él, y después de unas clases, pues era muy
avispado, llegó a dominar el arte hasta tal punto...que le cortaba la cebolla,
tomates y demás verduras a su madre en
un plis plas.
Un día
de esos que entumecen los sentidos, por el letargo que produce el intenso calor
en Andalucía... le increparon unos chicos, mofándose de él y de su amiga que le
acompañaba; de repente saltó sobre una silla dada su estatura y replicó: "
De mí, reíros lo que queráis, bastardos de las formas, pero nunca de esta dama
". A lo que desenfundó su estoque y les amedrantó con su destreza inaudita para su edad,
acoquinándoles en un rincón...éstos, lloraban por los pinchazos que le
propinaba con el estoque, mientras repetía: "Touché! touché!".
Pero
aprendieron la lección: Nadie es lo que parece... por sus obras les
conoceréis. Uno no es más hombre por ser más bestia, sino por todo lo
contrario...por aplacar la bestia que lleva dentro.
Al
llegar lo sucedido a oídos de sus padres, éstos, estuvieron muy orgullosos del
pequeño Benjamen de la Fontange y Castro de la Micoca.
En esta
vida Señores, pecamos mucho con poner motes y aventurarnos a emitir juicios
casi siempre erróneos por nuestra parte.
Desde
entonces nadie dudó de la hombría del pequeño Benjamen, a pesar de sus modales
refinados.
Por lo
que me atrevo a recomendar:
"Mira
siempre el corazón, y no la apariencia...así andarás en la verdad".
jueves, 28 de marzo de 2013
BRIGIDA Y FAUSTINA
Tengo dos amigas en el norte de peculiar notoriedad, no
penséis que ostentan grandes cargos no, la menor Brígida, es una burra parda de
buena planta y genes burgaleses.
La otra, Faustina, es una amiga de mucho peso, muy
estimada entre sus vecinos de Asturias y no por su envergadura que es mucha, sino por todo lo que ella es en
sí, y de ella mana.
Hechas las presentaciones, paso a relatar una de las
últimas conversaciones in situ, que me han trasladado aquí al Levante murciano
vía email, aunque nos vemos de vez en cuando por el Skype.
Resulta que el otro día después de haber nevado
copiosamente, se van por la mañana temprano camino del prado y le dice Brígida
a Faustina: " Anda sube más de prisa que te estás haciendo vieja".
Faustina:
"¿Vieja yo? De eso ni hablar...si somos de la misma
quinta más o menos; no señor es que lo de la menopausia lo llevo muy mal
últimamente, a veces durante la noche me da tal calor que temo arda un día de
estos la paja":
Brígida:"
No serán los kilos, que andas muy metida en carnes... y eso no es bueno para el
corazón".
Faustina:
"¿Qué sabrás tú del corazón, si estás más soltera
que la moza del pueblo? Anda, no seas burra y déjate de tonterías, empújame un
poco y todo arreglado".
Brígida:
"¿De dónde?"
Faustina:"
Pues del ponpis lista, ¿de dónde si no?"
Esta hizo obedientemente tal encomienda, ayudándole un
poquito en la subida del cerro a encontrar pastos mejores, ya que la vida está
muy achuchada últimamente.
Ya en la cima le dice Faustina a Brígida: "Qué
hermosura el contemplar el paisaje, parece una postal de Navidad".
A lo que responde Brígida con su consabida asnada: "
Sólo falta el Niño y el pesebre...y tenemos el Belén".
La otra sonrió ante la ocurrencia.
Lo cierto es que a veces, se nos escapa lo más importante
de la vida...saber degustarla como a un buen vino, a tragos cortos entre las
manos del destino, dándole un poco de calor de corazón. ¿No creen ustedes?
Permitida esta licencia de inmiscuirme en el relato, sigo
con nuestras buenas amigas.
De repente la conversación trivial, se convierte en disertación casi metafísica, preguntando la
burra Brígida a Faustina, su mejor amiga: "¿Tú no te sientes a veces
explotada, a ver cómo te tratan?"
"Sí" Les contestó ella, pero cada uno elige su
destino, y el mío es este, el servicio a los demás desinteresadamente".
Brígida:
"Te envidio, eres generosa hasta en el pensar...que ya es difícil, pues
¡hay tanta mezquindad por ahí suelta!"
"¿No te has preguntado nunca, para qué has venido al
mundo?"
Faustina:"
Eso lo sé desde el vientre materno, pues oigo las conversaciones de otros sobre
mí, y lo que seré de mayor...otra nodriza...¡Hasta!..
Brígida:"
Si, ya sé... hasta ahí"
Se entristeció sobremanera con este pensamiento, cayéndole
por su rostro afilado unas cataratas de lágrimas.
Faustina:
" No te pongas triste, ahora cuéntame tú, ¿te sientes satisfecha con tu
labor?"
Brígida:"
¡Pero qué dices! si mi vida es toda ella una burrada, sí, y hablo con
propiedad.
Desde que nazco y siendo niña, todos me adoran, los niños
me aporracean para subir a mí y se pegan entre ellos, yo a veces les separo con
cuidado, pues están muy mal educados en estos tiempos; todo se lo consienten,
les dejan conmigo...y ellos a divertirse ¿sabes?
Cuando me hago mayor...ya me empiezan a zarandear de aquí
para allá transportando cosas, y si me quejo...golpe al canto más saco de
improperios, que no te digo pues te sonrojarías.
A veces ando mal alimentada, y todo son desaires...¡
Serás burra!
No entienden que tengo corazón, y que a pesar de mi
aspecto no muy elegante soy un ser vivo como ellos." (llora desconsolada)
Faustina:"No
te apures que yo siempre estaré aquí para lo que necesites, ¡estos humanos! No
hay quien les entienda".
Brígida:"
¡Gracias amiga del alma! Ya rebuzno con más ánimo ¿y
tú?"
Faustina:"
Yo soy feliz, si tú eres feliz".
Brígida:
"Esto es una amiga y no de lo que presumen los humanos...¡Que les
den!"
Faustina:
" No seas mal educada con esos abruptos rebuzniles tuyos, pues solo son
eso...humanos, o mejor hombres".
Brígida:"
Mira por donde hoy me siento feliz de ser mas burra que nadie".
Faustina:
"¿Ves que poco cuesta..."
Y siguieron amena y profunda conversación paseando por
los prados de la vida, sembrando sus sabias enseñanzas a quienes les quieran
oír.
Cuídate Faustina con tu peso y sigue rumiando la vida.
Y tú Brígida, no rebuznes demasiado pues alguien se
podría ofender.
¡Un beso
para las dos y sed felices!
Para ti Vilma, con especial cariño.
Supongo sabrás quien era su mejor amiga, una que va
caminando y no ceja.
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