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viernes, 6 de mayo de 2011

¡OPIO DEL PUEBLO!

Cuando se entrona la estupidez,
no queda un ápice de cordura
en derredor, pulula la ignorancia
sobre un conformismo mortecino.


¡Opio del pueblo!
Donde se compran libertades
y se acallan conciencias.
Por unas monedas… se prostituye la justicia.


Juventud maleada con la heroína
de la libertad, falsos diamantes
de cegador brillo… amordazan la rebeldía,
la lucha por el libre pensar.


Adoctrinamiento de un sistema
que merma la lucidez,
hasta convertir en manso rebaño.
Fuegos de artificio… humo de distracción.
Todo ello aliñado con el condimento
del bienestar social.
¡Feministas de pancarta!
Que ocultáis vuestras vergüenzas, bajo falsa igualdad.


¡Es mejor la noble y digna diferencia!
En una sociedad machista…
¿Qué cabe esperar?
Gota a gota de sangre, se conseguirá.


Y vosotros, que osáis hablar en nombre de Dios,
para amancebaros después con el poder.
Más os valiera, colgar la piedra de la conciencia,
antes de escandalizar a un pequeño.


¿Dónde está la voz del profeta,
del poeta, del filósofo…
De todo aquél de corazón limpio?
¡Gritad, gritad fuerte! Y os escucharan.



¿Qué mundo dejaremos a nuestros hijos,
ante tanta estulticia?
¡Despierta, no seas cobarde!
Y por una vez en tu vida… Piensa.



El que tenga oídos… que oiga.
El que tenga ojos… que vea.
El que tenga corazón… que sienta.

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