¡Fariseos del pensar!
¡Dictadores de conciencia!
¡Mercaderes de la ignorancia!
¡Asesinos de la razón!
Que vilipendiáis la grandeza del hombre,
en un oscurantismo feroz.
¡Pobres corderos! Balando al unísono
tras la batuta de una hiena.
¡Carroñero de vida! Devorará vuestra carne
sin apenas daros cuenta…
Y todo ello con la mejor de sus sonrisas.
¡Prostituta de codicias! Denuncias guerras
que alimentas con la sangre del más débil.
¡Mira tus manos! ¡HIPÓCRITA!
Enciendes una vela a Dios y otra a Satán.
¡Llama a las cosas por su nombre!
No digas:” Limpieza étnica”, a un genocidio.
Ni “interrupción voluntaria del embarazo”, al aborto.
Ni “daños colaterales”, a muerte de inocentes.
Ni “derecho a muerte digna”, al la eutanasia.
A un largo etcétera… que en el tintero queda.
¡Adulador de vanidades! Sólo te importa figurar
a cualquier precio, vendiendo tu honra si hace falta.
Algún día, os segaré como a la mala hierba.
No deja crecer las margaritas, que se comen los cerdos.
Los mismos que hoy, alimento con mi voto.
¡Si no respetas la VIDA, ni respetas la MUERTE!
¿Qué opinión me mereces?
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