Convulsión de un mundo,
que naufraga entre galernas
de incomprensión y miedo.
Enfurecidos vientos que azotan la razón.
¿Dónde asirme, cuando salta
en mil pedazos la barcaza de la
concordia, destrozando así el mástil
de una sociedad oprimida?
Veo esparcidos retazos de ilusiones,
vidas truncadas en fanatismo y terror
por el inmenso mar de un existir…
Avocado a un despropósito.
¡Sordo capitán a gritos de socorro!
Ventisca que corroe hasta la entraña,
sólo ansia riqueza y poder
regado, con la sangre del más débil.
¡Pobre ingenuo de desdichas!
No sabes que también tú,
has de hundirte en la intangible
verdad, de la suprema justicia.
Mientras, espero callada el momento
en que la suave brisa de la paz,
penetre por la rendija de la esperanza
inundando un corazón, que pese a todo…
En su arriada bandera
¡SIEMPRE, SIEMPRE, AMA!
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